JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ GALINDO
Lo que se pensó hace unos meses que estaba distante, o que quizá nunca llegaría -dado el prestigio y la popularidad del Presidente de la República-, se ve ahora muy próximo, y casi inevitable: el escándalo de la parapolítica y el de la compra de votos para la aprobación de la reforma constitucional que permitió la reelección presidencial inmediata pueden tocar y hasta tumbar a Álvaro Uribe Vélez.
El Jefe del Estado considera que es invulnerable gracias a las encuestas y al llamado "efecto teflón", según el cual las peores cosas se pueden decir y hasta probar, pero nada afecta su imágen ni su aceptación entre los colombianos. Pero esa convicción comienza a resquebrajarse, y en momentos en que el Gobierno parece estar buscando la oportunidad de un tercer período de Uribe, no solamente se complicaron las posibilidades de una nueva reelección, sino que, al aparecer deslegitimada la anterior, ya hay voces -y muy respetables, como la de Antanas Mockus, o la de Pedro Medellín- pidiendo al Presidente Uribe que renuncie a su cargo.
Los procesos iniciados contra congresistas tan de la entraña del Ejecutivo, como Álvaro Araujo, o como Mauricio Pimiento; la detención y las graves denuncias contra el ex director del DAS, Jorge Noguera, tan próximo a Álvaro Uribe, y tan defendido por él; la detención de su primo Mario Uribe; su frustrada apelación al asilo político -totalmente incomprensible, e indicio de culpabilidad-; la detención de más congresistas de las bancadas uribistas por sus contactos y negocios con los paramilitares; las confesiones de los mismos paramilitares, y de políticos amigos de Uribe, como Rocío Arias, que involucran a la Presidenta del Congreso Nancy Patricia Gutiérrez -muy cercana al Presidente-; la vinculación al proceso del Presidente de la colectividad que lleva la inicial de Uribe -el Partido "de la U"-,...además de las declaraciones, acompañadas de comprometedoras pruebas documentales, de Yidis Medina acerca de las prebendas ofrecidas a ella y de dinero al famoso Teodolindo por altos funcionarios -inclusive ministros- para que la primera cambiara su voto y el segundo incurriera en una premeditada y oportuna ausencia en el momento clave de la aprobación del texto constitucional sobre reelección,..tienen "cercado" al Presidente, que ya no sabe qué decir, ni qué proponer a manera de "cortina de humo" para conservar su prestigio y no ser salpicado.Son demasias cosas. Demasiadas coincidencias. Demasiadas cercanías. Demasiados interrogantes sin resolver. Demasiados vínculos, que no pueden ya verse como un montaje, tan fácilmente removible como en ocasiones anteriores.
Dice la revista CAMBIO en su último número:"El ex ministro del Interior, Sabas Pretelt de la Vega, actual embajador en Italia, no las tiene todas consigo. En los últimos días ha llamado con frecuencia a varios amigos en Bogotá y les ha dicho que el escándalo por el presunto ofrecimiento de dádivas a la ex representante Yidis Medina para cambiar su voto a favor de la reelección del presidente Álvaro Uribe está a punto de salpicarlo. Las inquietudes no son infundadas pues al autoincriminarse la ex congresista en un delito de cohecho, que implica la participación de dos -el que ofrece y el que recibe- el escándalo llega hasta el Gobierno, que se ha defendido de los graves señalamientos con el argumento de que Medina juró en la Procuraduría que nunca le hicieron ofrecimientos para cambiar su voto cuando el Congreso aprobó la reelección presidencial en agosto de 2004. Pero durante las extensas jornadas de indagatoria en la Sala Penal de la Corte Suprema, Medina ha hecho un minucioso relato de lo que ocurrió entonces y, lo más grave, es que ha aportado documentos y evidencias que, según estableció CAMBIO, podrían confirmar que se configuró el delito de cohecho. El miércoles 30, tras superar un desmayo que obligó a suspender la diligencia del martes, ella entregó lo que podría considerarse la prueba reina: las colillas de varias consignaciones de dinero en efectivo en una cuenta del ex representante Teodolindo Avendaño, según ella como para ausentarse de la sesión en que sería votada la reelección. Según estableció CAMBIO en fuentes cercanas al proceso, la ex congresista reveló que fueron más de 10 consignaciones por valor de 200 millones de pesos, aportados por un contratista del Estado que utilizó dineros públicos para pagar el favor. Medina dijo ante varios magistrados auxiliares de la Corte, que ella recibía el dinero y luego lo consignaba en la cuenta de Avendaño. Pero, además, Medina insistió una y otra vez que tanto Sabas Pretelt, como el ex secretario general de la Presidencia, Alberto Velásquez, y en menor medida el ministro de Protección Social, Diego Palacio, le ofrecieron puestos en diversas entidades oficiales a cambio de que votara por la reelección. Velásquez ha guardado silencio y la Casa de Nariño ha insistido en que hubo reuniones con Medina y Avendaño pero que no les hicieron ofrecimiento alguno. Entre los palos Muy distinta es la situación del ex ministro Pretelt, y eso explica su preocupación y las constantes llamadas a Bogotá. Desde hace dos semanas, cuando Noticias Uno divulgó el video con la confesión de Medina, han ocurrido tres episodios que enredan al ex ministro. El primero tiene que ver con su supuesta intervención en el nombramiento de Carlos Correa como gerente de la Clínica Primero de Mayo de Barrancabermeja, ficha de Medina. Al parecer, la Corte tiene evidencias que probarían que Pretelt hizo una llamada telefónica en la que instruyó a un funcionario del sector salud de esa ciudad para que nombrara a Correa. El segundo está relacionado con la inesperada aparición en el escándalo del ex viceministro del Interior, Hernando Angarita, quien se reunió dos veces con Medina por sugerencia de Pretelt. Según el abogado de la ex congresista, Ramón Ballesteros, Angarita le habría ofrecido ayudarle con varios cargos en la Superin-tendencia de Salud, entidad en la que, según él, iba a ser nombrado como cuota de Cambio Radical. Angarita reconoció las reuniones con Medina y Pretelt dijo que las promovió por "razones de humanidad", debido a que ella le había dicho por teléfono que estaba muy angustiada. Pero lo cierto es que estas reuniones de Medina y Angarita por sugerencia de Pretelt dejan muy mal sabor, pues se dieron pocos días antes de que ella decidiera acudir a la Justicia. El tercer episodio que enreda a Pretelt se remonta a diciembre de 2006. En una entrevista con CAMBIO, los hermanos Miguel Ángel y Víctor Manuel Mejía Múnera, los 'Mellizos', dijeron: "Veinte días antes de la reelección, el Ministro nos visitó y nos dijo que (...) era necesario enfilar baterías para garantizar la reelección de Uribe. Es más, nos dijo que existía la posibilidad de una segunda reelección presidencial, y agregó que él esperaba lanzarse a la Presidencia en 2010". También aseguraron que Pretelt les había dicho que el presidente Uribe les enviaba un saludo y el compromiso de no extraditarlos. Así las cosas, la decisión de Yidis Medina de someterse a sentencia anticipada indica que la Corte aceptaría la configuración del delito de cohecho. Si esto ocurre y Medina es condenada, el Ministro Pretelt y otros altos funcionarios y ex funcionarios del Gobierno estarían contra las cuerdas. Y más grave aún: la reelección presidencial quedaría, ahora sí, en entredicho".
Por su parte la revista SEMANA, que hoy principia a circular, señala: La gravedad del asunto -de ser cierto lo publicado- es que ya no se trataba solamente de pagar con puestos a los congresistas por sus votos -una práctica repudiable, pero común-, sino con dinero en efectivo. De cara a la justicia, la corrupción con plata es sin duda más grave que la corrupción con puestos, porque en este último caso es muy difícil, casi imposible, diferenciar entre participación burocrática, lo cual es legítimo, y pago de favores, que no lo es.Sin embargo, según pudo establecer SEMANA, la versión que dio Yidis Medina a la Corte tiene unas diferencias significativas. Según dijeron a esta revista dos de las personas que estuvieron presentes en la indagatoria, la ex congresista no habló de que le hubieran entregado dinero a Teodolindo Avendaño, sino que como contraprestación por su apoyo a la reelección (que consistió en no asistir a la votación definitiva), le dieron, entre otras prebendas, la notaría 67 de Bogotá, ubicada en el barrio Quirigua.Yidis manifestó que esa notaría no existía y que la crearon especialmente para Teodolindo. De hecho, se trató de un paquete de 12 nuevas notarías que el presidente Uribe dio la orden de abrir, en noviembre de 2005, en barrios populares de cinco ciudades del país. Según el testimonio dado en la Sala Penal, Teodolindo propuso varios nombres de su confianza para ocupar el cargo de notario. Al parecer, ninguno de ellos le daba la talla al gobierno. Finalmente, según la narración de la ex congresista, entre ella y el entonces viceministro del Interior, Hernando Angarita, le propusieron a Teodolindo el nombre de Luis Camilo O'Meara Riveira. A cambio, el entonces representante a la Cámara recibiría 450 millones de pesos que le serían entregados en cuotas de las utilidades de la notaría.Yidis dice que sirvió de intermediaria en el negocio y que quedó encargada de recibir las cuotas de dinero en efectivo de parte de la notaría y consignarlo en las cuentas bancarias de Teodolindo y de su esposa. No es claro, ni la ex parlamentaria dio mayores detalles, por qué cumplió ese papel. En la Corte, ella presentó recibos de consignación por 210 millones de pesos. SEMANA visitó a O'Meara en su notaría y éste aceptó que conoce en persona a Medina y a Avendaño. Sin embargo, negó que le haya consignado un solo peso a Teodolindo, como afirma Yidis. "No sé, si hay consignaciones deben ser de plata de ella, no de mis cuentas", aseguró (ver recuadro 'La historia de la notaría')".
Y, para completar, el Cimisionado de Paz Luis Carlos Restrepo propone, en entrevista concedida al diario EL TIEMPO, la disolución de los partidos uribistas. ! Casi nada ! Eso es casi como reconocer que la hecatombe se produjo, y que el Presidente está ya tocado por los escándalos, y en forma muy cercana.Este último episodio muestra una gran debilidad del Gobierno respecto a lo que viene ocurriendo, y no debe pasar desapercibido que quien ha hablado lo está haciendo totalmente por fuera de sus funciones -hasta donde teníamos entendido, las de buscar caminos de paz y reconciliación-, invadiendo la órbita del Ministro del Interior y Justicia y del mismo Presidente de la República, todo a ciencia y paciencia del Jefe del Estado.
Esto ha generado, como si fuera poco, una grave desazón en los partidos de la coalición gobernante, a los que parece que se les quiere endilgar en un ciento por ciento la responsabilidad por la monumental crísis política que se ha generado y crecido como espuma.El panorama, pues, no puede ser más difícil, ni el momento más incómodo para el Gobierno, en particular para el Presidente. Y para el país, la aproximación de una crísis institucional indudable y grave, si no se toma conciencia de que es necesario permitir que operen las instituciones y que sigan adelante los procesos judiciales, caiga quien caiga.
1 comentario:
Un simple comentario.
El presidente Álvaro Uribe Vélez, tiene porcentualmente una gran aceptación dentro del pueblo colombiano, situación que lo lleva a ser uno de los presidentes con mayor aprobación popular en la historia Colombiana. Adolf Hitler (1889 - 1945), llegó a obtener más del noventa por ciento (90%) de asentimiento en tierras alemanas, y eso no lo hizo un buen gobernante, todos sabemos el fin de la historia.
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