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viernes, 14 de marzo de 2008

EXTRADICIÓN DE YAIR KLEIN

Necesaria aplicación de la justicia colombiana
JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ GALINDO

Hasta ahora los colombianos nos habíamos acostumbrado a tratar el tema de la extradición desde el punto de vista del Estado requerido, es decir, cuando de otro país -especialmente los Estados Unidos- solicitaba y solicita a personas comprometidas con el narcotráfico y con el terrorismo, ejercidos en contra de Norteamérica, y que se había refugiado en nuestro territorio.

Esas personas, capturadas por las autoridades colombianas, son enviadas al Estado requirente por decisión del Presidente de la República, previo concepto de carácter formal emitido por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia.

Pero muy poco se había tratado sobre el asunto de la extradición a la inversa, es decir, cuando Colombia es el Estado requirente, y la ocasión para que tal trámite se haya producido no podía ser más importante, desde el punto de vista de la administración de justicia colombiana.

Es el caso del mercenario y terrorista israelí Yair Klein, detenido a finales de agosto del año pasado en Rusia, y quien había sido sentenciado en Colombia a 10 años de prisión por la conducta -que entre otras cosas ha debido ser sancionada con mayor severidad- de entrenar y adiestrar en el crimen a numerosos paramilitares, quienes con base en sus macabras enseñanzas han sembrado de cadáveres, mutilados y con señales de tortura, extensas zonas de la geografía nacional.

Un tribunal de Moscú acaba de declarar que se ajusta al Derecho Ruso la decisión de la Fiscalía General de ese Estado de extraditar a Klein hacia Colombia, tal como lo declaró ayer la portavoz de la Corte correspondiente, Anna Usacheva.

La orden de captura internacional de Klein se había impartido de tiempo atrás, y afortunadamente la policía rusa, en combinación con la INTERPOL, consiguió sorprender al delincuente en el aeropuerto de Moscú, al que según la información de prensa internacional, llegaba para iniciar un período de vacaciones, sin perjuicio de ocuparse “de sus negocios”.

Es importante recordar que la orden de captura internacional de la INTERPOL estaba dirigida no solamente contra Yair Klein, sino contra dos colaboradores suyos, también criminales de alta peligrosidad, Melnik Ferry y Tzedaka Abraham, igualmente israelitas, quienes se dedicaban a instruir en tácticas, técnicas y procedimientos asesinos a militares o terroristas, en distintos países.

En cuanto a sus nefastas actividades en Colombia, estos delincuentes entrenaron en la década de los 90 a muchos campesinos incorporados a las filas macabras de los paramilitares a quienes ahora el Estado colombiano -a través de la mal llamada "Ley de justicia y paz"- quiere favorecer con la impunidad, especialmente en la región del Magdalena Medio, y también prepararon en el delito a campesinos puestos al servicio del Cartel de Medellín.

A las bandas entrenadas por Yair Klein se les atribuye, entre otros crímenes, el asesinato de cuatro candidatos presidenciales colombianos en la campaña de 1990, así como el exterminio de unos 3.000 militantes de la Unión Patriótica.

En marzo de 2007, entrevistado por un medio de televisión, Yair Klein se jactó de haber podido erradicar en seis meses a la guerrilla en Colombia, y tuvo el descaro de ofrecer nuevamente sus servicios al gobierno colombiano para esa finalidad, a lo cual -afortunadamente- el Ejecutivo respondió por conducto del Canciller Araujo: “Yair Klein no tiene nada que hablar con la justicia colombiana, porque ya los procesos se surtieron y lo que tiene es que pagar una condena”. “Lo que procederá entonces es ponerlo a las ordenes del Inpec para que defina las condiciones en que pagará su condena”.

Se ha demostrado así que la figura de la extradición sirve también a los propósitos de luchar contra la impunidad en nuestro territorio, en los cuales, por contrapartida, no son siempre constantes nuestras autoridades judiciales, como lo muestra la reciente y muy benévola actitud del Fiscal General Mario Iguarán respecto al guerrillero alias “Rojas”.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Bien por el gobierno ruso.

Anónimo dijo...

De acuerdo.

Anónimo dijo...

Pero qué sacamos con que extraditen a este señor si los paras que entrenó van a quedar practicamente libres y en impunidad.

Anónimo dijo...

Doctor: Porqué no hablar de una complicidad del Estado con Klein en una epoca de nuestra historia?

Aserrín, Aserrán

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Bogotá, D.C.., Cundinamarca, Colombia
ABOGADO Y PROFESOR UNIVERSITARIO. EX MAGISTRADO DE LA CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA