BUSQUE CON GOOGLE...

martes, 18 de marzo de 2008

NO NOS FUE BIEN


¿Para qué seguirnos engañando?

JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ GALINDO


Definitivamente, no nos fue bien en Washington durante la reunión extraordinaria de los cancilleres de la OEA. Además de haber violado en realidad la soberanía territorial del Ecuador, o no supimos hacer entender nuestros argumentos y nuestras defensas, o fueron más hábiles los funcionarios que negociaron por Ecuador el texto definitivo.

Veamos, ya no la muy divulgada alegría de nuestros voceros oficiales, sino la manera como la resolución ha sido recibida por los ecuatorianos.

El siguiente es el texto de la noticia procedente de la Agencia AFP, publicada en Internet apenas hace unas horas:
"Quito. Ecuador dio por superada la graves crisis con Colombia con la resolución de los cancilleres de la OEA, que este martes rechazó la violación colombiana a su soberanía, pero dejó en entredicho la reanudación de los nexos políticos pese al pedido de ex diplomáticos para que se normalicen.
"Damos así por superada una tremenda crisis que se desató (...) rescatamos algunas experiencias muy valiosas y algunos hitos que se han marcado en la historia de América Latina al demostrarse que, con convicción, un país pequeño como Ecuador puede defender sus derechos", afirmó el presidente Rafael Correa.
Reiteró que "si en algo Ecuador puede interceder para lograr la paz en Colombia, que cuenten con nosotros".
Correa se mostró satisfecho con la resolución de la OEA que, según él, "ha recogido todas las aspiraciones de Ecuador" y añadió que el documento "registra las disculpas sin atenuantes de Colombia y el compromiso de no volver a cometer agresión alguna" como lo expresó su homólogo colombiano, Alvaro Uribe, durante la cumbre del Grupo de Río en Santo Domingo.
"Es un triunfo del gobierno, que desplegó esfuerzos para hacer respetar la soberanía e integridad territorial de Ecuador, así como para lograr el compromiso de Colombia de que no repetirá actos atentatorios al Derecho Internacional y a la Carta de la OEA", expresó a su vez la cancillería.
El canciller encargado, Eduardo Egas, declaró que "después de la resolución se va a evaluar exactamente todo el panorama para ver si las condiciones están totalmente maduras para un restablecimiento de las relaciones diplomáticas".
Añadió que el examen determinará "si efectivamente el aval que nos están dando los demás socios de la región es suficiente para proseguir la relación" con Bogotá, rota debido al ataque militar colombiano contra las FARC en Ecuador que dejó una veintena de muertos, entre ellos el jefe rebelde Raúl Reyes y cuatro universitarios mexicanos.
Incluso el ministro de Seguridad Interna y Externa, Gustavo Larrea, advirtió el lunes que Quito no reanudará las relaciones hasta que Bogotá desista de "su campaña" para implicar al gobierno ecuatoriano con las FARC.
Sin embargo, el ex vicecanciller ecuatoriano Marcelo Fernández de Córdoba dijo que las relaciones con Colombia "se deben reanudar a pesar de las dificultades y lo antes posible".
"Han quedado lesionadas las relaciones, pero hay que buscar acercamientos para que los dos países vuelvan a tener confianza, la cual no se la va a crear dándonos la espalda mutuamente", añadió.
El ex embajador ante la OEA Blasco Peñaherrera manifestó a su vez que "sin duda alguna" ya se deben restablecer los vínculos y expresó su preocupación por la posición de Ecuador de condicionar el restablecimiento de las relaciones a la suspensión de la campaña mediática de desprestigio que realiza Bogotá.
"Eso prolonga el ambiente de recelo, de incomodidad", señaló".

Hasta aquí lo informado. Ahora cabe un breve análisis, que podemos centrar en lo siguiente:

1)Nos parece injustificada la actitud triunfalista de nuestro gobierno y de varios analistas, en el sentido de proclamar un triunfo diplomático, o de expresar que Colombia "salió airosa" de la reunión de cancilleres de la OEA -ese fue el enfoque de varios de nuestros periódicos-, ya que eso no es cierto, pues en todo caso los cancilleres censuraron a nuestro país por haber vulnerado normas aplicables a la luz de la Carta de la OEA.

2) El hecho de que no se haya usado la palabra "condena" -a la cual temía el Gobierno colombiano, y era la expresión que exigía Ecuador- no quiere decir que la posición colombiana haya sido comprendida, perdonada o pasada como intrascendente por los países del continente. Por el contrario, con la sola excepción de Estados Unidos, los demás consideraron indebida y violatoria de la soberanía ecuatoriana la operación militar del 1 de marzo. Habernos consolado con la palabra "rechazar", y habernos declarado "satisfechos" con lo allí dicho, referente a dicha acción, se parece a la felicidad del alumno mediocre que se contenta con el 3.0, proclamando que no lo rajaron.

El Canciller ecuatoriano ha dicho que "el Ecuador ha sabido hacerse respetar". Y si ese respeto se impuso al agresor, que para los anales de la OEA no será otro país que Colombia, éste no puede decir que el acto aprobado por ese organismo le haya sido favorable.

El texto no deja dudas: "...rechazar la incursión de fuerzas militares y efectivos de la policía de Colombia en territorio del Ecuador, en la provincia de Sucumbíos, el 1 de marzo de 2008, efectuada sin conocimiento ni consentimiento previo del gobierno del Ecuador, por considerar que ella constituye una clara violación de los artículos 19 y 21 de la Carta de la OEA".

No creemos que señalar a un Estado como violador de la Carta que rige a todos los Estados americanos sea una "palmadita" en el hombro, ni una suave reconvención. Es una censura, y a la vez un reclamo, y también una notificación acerca de que ese comportamiento no pasó inadvertido, cubierto por el emblema enarbolado de la lucha contra el terrorismo. Además, que recordemos, es la cuarta vez que Colombia pide perdón por lo ocurrido: la primera, ante Correa, quien no aceptó las excusas; la segunda ante el Consejo Permanente de la OEA; la tercera en la Cumbre del Grupo de Río, y la última ante la Conferencia de Cancilleres de la OEA, como condición indispensable exigida por el Presidente ecuatoriano.

3) A Colombia no se le aceptó el argumento de la legítima defensa. Por lo menos, no quedó consignado en la resolución aprobada como justificación de su conducta.

4) En lo relativo al compromiso contraído por todos los miembros de la OEA, del cual se ufana el Gobierno colombiano, no se hizo alusión al terrorismo, que era nuestra posición, sino en general a la seguridad y a grupos irregulares, contra los cuales es natural que luchen todos los países.

5) Si a todo esto añadimos la coincidencia de la publicación, en EL TIEMPO de Bogotá, de una fotografía filtrada, atribuída al ministro ecuatoriano Gustavo Larrea, en apariencia reunido con Raúl Reyes, pero de inmediato desvirtuada porque el retratado no era Larrea sino el dirigente comunista argentino Patricio Etchegaray, episodio que circuló en Washington como una jugada más de Colombia contra Ecuador, tendremos el panorama real de lo que fue para este país la conferencia de los cancilleres.colombiana.

Entonces,...¿para qué seguirnos engañando?

No hay comentarios:

Aserrín, Aserrán

NOTICIAS CINCO DÍAS

Directorio - Buscar blog

Datos sobre SIGNO 22

Mi foto
Bogotá, D.C.., Cundinamarca, Colombia
ABOGADO Y PROFESOR UNIVERSITARIO. EX MAGISTRADO DE LA CORTE CONSTITUCIONAL DE COLOMBIA